viernes, junio 16, 2006

Hay días

Hay días en los que dios está enfermo (un poeta-médico lo vio) y amanece de muy mal humor. Esos días son los que llamamos "del demonio".
Hay días en los que por fin tu vecina abre las cortinas para enseñarte como se cambia los calzones recién comprados.
Hay días en los que el amor no sale, aunque se intente con cuidado, paciencia y dedicación.
Hay días en que los árboles no crecen y los hombres no creen.
Hay días en los que sentirse vivo es malgastar la imaginación.
Hay días en que tu recuerdo se me clava más y más fuerte en la cabeza.
En que las ratas abandonan los barcos y las cucarachas las cocinas.
En que la música no se oye, o se escucha de mala gana.
En que tus pezones se niegan a dormir.
En que la memoria descansa sin previo aviso.
En que los pies son de plomo y escriben sobre la arena.
En que los besos no son húmedos, ni fuertes, ni verdaderos.
En que los sexos se entristecen hasta bajo la regadera.
En que las putas terminan sus ofertas y te piden cosas imposibles, como llamarlas por su nombre.
En que te preguntas por qué cuando pudiste no te cogiste a tu mejor amiga.
En que te arrepientes de haber llevado una noche a tu casa a la mujer que hoy es tu esposa.
En que sueñas con la mujer de tu vecino, con la esposa de tu amigo, con la amiga de tu novia.
En que cierras los ojos y te duermes sin más.
En que las nalgas de la tele y las de la vida real no coinciden.
En que ponerse a pensar te orilla casi al suicidio.
En que descubres al amor de tu vida en una boda..., la de ella (o él).
En que te arrepientes de haber mandado a la mierda a la única persona que de verdad te ha querido.
En que las lágrimas salen así nomás sin aviso.
En que te enteras que la persona con la que te revuelcas tiene diez años menos que tú.
O diez años más, que es peor.
En que descubres que tu pequeña hija tiene sexo con alguien que podrías ser tú, y eso está para preocuparse.
Cuando los pantalones ya no cierran por más contorsiones que hagas.
En que tu hermano menor te dice que te vistes como ruquito.
En que te descubres escuchando los mismos discos que hace diez años.
En que te da hueva ir a ver una “película de arte”.
En que solamente quieres ver películas de arte.
En que caes en la cuenta de que, ni has tenido un hijo, ni has plantado un árbol, ni has escrito un libro.
En que la vida se parece cada vez más al cacahuate japonés debajo del sofá frente a la tele.
Hay días así.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cierto... hoy es un día así para mí. Pero da gusto saber que alguien o puede describir de forma tan maravillosa