lunes, octubre 22, 2007

El eternauta, otra vez

Conseguí un nuevo ejemplar de El eternauta de Héctor Germán Oesterheld en la Feria del Libro del Zócalo de la Ciudad de México; feria en la que uno puede encontrar los libros más raros y buenísimas sorpresas. Una de ellas fue ver, por ejemplo, mi propio libro en un estante listo para ser vendido. No pregunté cuánto costaba, por puritito rubor, pero ahí estaba.

Pues total que la historia de Oesterheld no queda a deber nada de lo que promete. De hecho, es una agradable sorpresa encontrarse con un cómic que disfraza cuestiones dolorosas para la nación argentina, de una manera tal que no parece ocultar nada. Oesterheld, como mencioné en algún otro post, murió capturado y desaparecido por la sangrienta dictadura de la Junta Militar, junto con sus cuatro hijas.

La biografía de Oesterheld no puede disociarse de su acción literaria. Conseguí también de él y de Durañona, una antología de sus historietas publicadas en El Descamisado, que lleva el más que literal título de Latinoamérica y el imperislismo. 450 años de guerra. Un texto en el que queda un testimonio inmejorablemente retratado de lo que ha sido la represión y la resistencia en nuestro continente. Me imagino que muchas, muchas personas aprendieron más de historia con materiales de este tipo, que con las lecciones de la Secretaría de Educación Pública. Los textos son apasionados, como todo militante debería de escribir. Se nota una pasión que solamente podemos ver en esas almas que están dispuestas a morir por defender lo que creen. Tal como le pasó a Oesterheld.

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