martes, octubre 13, 2009

En tiempos de euforia bicentenaria


En Cocalero (Argentina/Bolivia, Alejandro Landes, 2007) se muestra parte del camino que Evo Morales, el indígena aymara que hoy ocupa la presidencia de Bolivia, tuvo que seguir para conseguir un amplio triunfo en las elecciones de 2005. En éste se narra, desde una perspectiva tradicional en el género documental (la cámara como testigo que registra lo que quiere describir), diversos aspectos relacionados con el máximo dirigente del MAS.
          La película muestra a una persona con don de mando, pero que se siente más cómodo con aquellos que lo impulsaron a conseguir el triunfo (los cocaleros, los campesinos, las organizaciones obreras) que con los otros sectores que como mandatario tiene que integrar en el diálogo nacional (los empresarios, los militares, los inversionistas extrajeros). De una intimidad que, a ratos, parece forzada, el film nos lleva por las carreteras y los caminos que atraviesan las montañas de Bolivia. De la misma forma, se muestran aspectos relacionados con la explotación de la hoja de coca que escapan al discurso maniqueo del combate a las drogas. Una película que se deja ver, que hace reflexionar acerca del protagonismo que pueden adquirir los indígenas dentro de la realidad latinoamericana; pero que, también, pone acento en esa ajenidad que, aún sin quererlo, nos invade al observar con cierto pudor los espacios cotidianos en los que estos actores políticos que se han adaptado a las formas de entender los procesos democráticos se reflejan en la película.
          En años de euforia bicentenaria, no está de más observar y tratar de comprender la lógica que impulsa a estos movimientos sociales.

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