miércoles, junio 22, 2011

Hit Girl y los abusones


Kick Ass (EEUU, Matthew Vaughn, 2010)
Que el personaje de Hit Girl haya sido el que más me gustó de esta cinta tiene que ver, tal vez, con lo que significa que una niña aparentemente indefensa pueda ser un arma letal. También tiene que ver con la manera en la cual los abusones recibirían su merecido a partir de su convicción en una supuesta superioridad. Tal vez es lo atractivo en esa niña de once años que, junto a su padre (Big Dad) se dedican a combatir el crimen en una ciudad donde los delincuentes han formado alianzas con los policías y tienen bajo control a una sociedad atemorizada.
          Esta imagen de la víctima que deja de serlo resulta una de las más ricas en lo que se refiere a las mitologías heroicas que se construyen de manera cotidiana tanto en la ficción como en la realidad. En la cinta de Matthew Vaughn hay tres revelaciones en este sentido: por un lado la rebelión de Big Dad al enfrentarse al sistema corrupto, ser encarcelado y expulsado de la policía; por otro lado, la rebelión de Kick Ass, un súper héroe que no lo es, pero que consigue como buen héroe su redención al final; y Hit Girl, como la inocente niña de once años que puede mutilar piernas, golpear genitales y meter balas en la cabeza sin la menor duda.
         Porque si algo llama la atención de Hit Girl es su extrema violencia, pero, ojo, es una extrema violencia construida en la mente del espectador a partir del quiebre del estereotipo que se tiene con respecto a la imagen de los niños. Es la inocencia interrumpida, por usar un lugar común. Hit Girl crece rodeada de armas, rodeada de un entrenamiento que evitará que se convierta en una víctima en un mundo lleno de victimarios. Mientras Kick Ass representa el patetismo de los débiles y la confirmación de su destino (con todo y redención final), Hit Girl representa la posibilidad de rebelión (y triunfo) a partir de la disciplina y la inmisericordia.
          Este personaje es, creo yo, la más grande aportación de la mancuerna Millar-Romita Jr.; quebrar la perspectiva del espectador con un absurdo que es totalmente verosímil. Una niña asesina que es cuestionada, no por su capacidad asesina (quién cuestiona a Batman, p. e.), sino porque hace algo "que no debería estar haciendo". Sin embargo, la escena regocijante hacia el final de la cinta (en una reinserción social simbolizada por el ingreso a la escuela, que metaforiza, por otro lado, su entrada a la legalidad) en la cual dos abusones tratan de quitarle el dinero de su almuerzo es de lo más disfrutable, a pesar de que nunca se ve el escarmiento en pantalla. Hit Girl es la verdadera Kick Ass.

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