jueves, marzo 08, 2012

Día dieciséis: un libro de autor ruso que sí leí


Los huevos fatales y Maleficios de Mijail Bulgakov
El primer impulso fue poner Crimen y castigo de Dostoievski. Pero recordé enseguida este par de novelas que me encontré en un botadero de ocasión y que venían impresas una de cada lado del libro. Es decir, traía dos portadas y las historias coincidían en el centro del impreso. Más allá de la curiosa disposición de las historias, lo que llama la atención sobre estas dos obras es que está escrito por uno de los autores más divertidos que la entonces Unión Soviética ha dado al mundo.
         Bulgakov es más conocido por su novela El maestro y Margarita, en donde el humor también está presente de manera clara. Otras obras, como estas que trato aquí no son tan conocidas. A pesar de ser trabajos que tienen lo que a cierto lector atento le gusta: humor, crítica social, fantasía, ciencia ficción y una voluntad de ridiculizar a las instituciones que le valió la censura de los camaradas estalinistas y su relativo silenciamiento, no tuvieron una distribución masiva. Al menos en México. 
         Los huevos fatales es una sátira de ciencia ficción: el profesor Pérsikov descubre un método para acelerar la reproducción de cierto tipo de anfibios de manera artificial. Las autoridades pretenden, a partir de los descubrimientos del científico, aumentar la producción de pollos que tiene el país. Al no estar perfeccionado el método, y haber sido un descubrimiento accidental, los resultados que obtienen los representantes del gobierno son una serie de monstruos que amenazan con invadir las calles de las ciudades soviéticas.
         Maleficios es, a su vez, una burla abierta y descarnada de la burocracia que el sistema comunista de la URSS creó. Relata la historia de dos gemelos que generan una locura que linda con la fantasía en un hombre presionado por las exigencias de la burocracia oficial.
         Más allá de los rusos consagrados por los retratos realistas de la época antes de la revolución, vale bien la pena echarle un ojo a este excelente escritor de una época que hoy nos parece lejana, aunque no lo sea tanto en realidad.

Mijail Bulgakov, Maleficios/ Los huevos fatales, Madrid, Valdemar, 1990.

1 comentario:

El Corsario Negro dijo...

Hay los que nos cuesta encontrar un libro ruso que hayamos leído, y tu pones dos en uno... presumido :D